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El nido gigante de un pequeño emplumado.

Corría a gran velocidad por una calle transitada Alberto Martínez, un niño al que le gustaban las estrellas y la noche. ¿A donde corría? el no lo sabia.

En su vieja mochila llevaba un gran descubrimiento, un...
¡Nido Gigante de Colibrí!

¿Se pueden imaginar lo emocionado que estaba Alberto al llevar un tesoro de la naturaleza en su espalda?

Lo chistoso del cuento es que ya llevaba horas dando vueltas a la manzana. Su plan era que mientras el corría sus ideas eran mucho mejores que cuando se encontraba en ESTATUS QUIETUS.

Seguido volteaba hacia el cielo, "No vaya a ser que se le apareciera un colibrí de 5 metros y le reclame por lo birlado."


Y colorin colorado este cuento por hoy se ha acabado. Sábado 19 de mayo del 2012



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